Aquellos de ustedes lectores –músicos o no– que hayan tenido la experiencia de trabajar en un estudio de grabación anteriormente, ya entienden lo tedioso, frustrante, lento y hasta aburrido que puede resultar el proceso de producción para una pieza musical o un álbum completo. Y tienen razón en sentirse así –es un proceso difícil. No se trata de llegar al estudio, beber y fumar un rato, para luego grabar un par de canciones en una hora y se acabó. La producción de música requiere horas perdidas frente a bocinas, cablería por todos lados, ruidos inexplicables, planificación de antemano, y más que nada, mucha, mucha, mucha práctica. Esto sin aún mencionar los procesos de mezcla y masterización que suelen complementar dicha aventura.
El papel del ingeniero o el técnico de sonido es tan complicado como el del músico, a veces más (y lo escribo siendo ambos). Usualmente, los ingenieros tenemos que lidiar con montar todo en el estudio, manejar a un grupo de personas para que no dañen la grabación (me refiero a los músicos), ajustar volúmenes dentro y fuera del cuarto de control, solucionar fallos espontáneos, brindar equipo (sí… a veces no traen ni sus líneas), y estar disponibles en todo momento para contestar preguntas (a veces tontas) que entorpecen el proceso.

El estudio de grabación de Music Dorks en San Juan, Puerto Rico.
De igual manera, los músicos necesitamos entender que el proyecto complicadísimo en el cual vamos a emprender ese día o noche, que se lleva planificando desde hace un mes para que todo salga bien y suene como quieren que suene, lo más probable lo hicimos con otras bandas la semana anterior –y la semana antes de esa, y así desde hace años. Su ingeniero de sonido muy probablemente tenga la experiencia de haber grabado a bandas de maneras distintas: discos, demos, en vivo, sobregrabado, bien, mal, etc. Al momento de grabar tú música, es importante escoger bien a quién vaya a producir la sesión o manejar la captura de audio, para obtener el sonido correctamente y lograr el resultado deseado. En esa persona vas a depositar tu confianza y es importante dejarle hacer su trabajo.
En fin, para que todo fluya en un estudio de grabación, es crucial que todo el mundo se respete, se tenga en consideración, y no exista el orgullo ni el egocentrismo. Todo el mundo se debe dejar ayudar, explicarse bien y saber tranquilizarse –y verán que todo saldrá bien. Ahora… cuando me di cuenta que ni los miembros de mi propia banda conocían los conceptos básicos de grabación y dudaban de la habilidad del ingeniero/técnico a la hora de grabar, me convencí de que ya era hora de tomar cartas en el asunto. Aquí la realidad: saber tocar un instrumento no garantiza que sepas grabar tu música. Por ende, me di a la tarea de escribir esta serie de artículos como recurso para novatos, intermedios y músicos tremendos que no tienen idea de cómo trabaja un estudio de grabación.
La mayoría de los temas que se discutirán son preguntas frecuentes que me hacen a diario como dueño de un estudio de grabación. No pretendo explicar todo de manera perfecta, ni demostrar que sé más que nadie. Si no que el ejercicio sirva como una guía rápida para personas que nunca han estado en un estudio de grabación, o que tuvieron una experiencia negativa o desagradable cuando grabaron anteriormente. En un mundo ideal, estos artículos (o alguna guía similar) serían lectura requisito para hacerle la vida más fácil a todos lo ingenieros y técnicos de grabación del mundo, pero me conformo con que sirvan de referencia.
Cabe señalar que estos artículos de ninguna manera reemplazan un grado universitario, ni pretenden explicar en absoluto los innumerables temas que conciernen al mundo de la grabación musical. Dicho eso, intentaré explicar, de manera fácil y concisa, algunos de los temas más básicos con fin de facilitar el conocimiento requerido para producir mejor contenido musical. Espero que encuentren el material interesante y útil, y que resulte en una mejor experiencia de grabación para todos.
Parte 1 – Los tres componentes principales de la grabación musical
Foto principal: Jolalmo