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Sala de Espera: Un corto por Damián Torres

05/07/2014 by Alfredo

Cuando nuestro colaborador y gran amigo, Damián Torres –a quien conocimos a través de Twitter cuando estudiaba programación en la universidad– nos dijo que quería estrenar su nuevo cortometraje en Puerto Rico Indie, no titubeamos. Y es que aunque Damián se dedique a otros asuntos, siempre ha demostrado una pasión especial por el cine, y en particular el cine puertorriqueño. Tuvimos el honor de compartir con ustedes hace unos años su segundo cortometraje, Enano Gigante, y nos alegra poder estrenar hoy su nuevo proyecto —Sala de Espera. Pero primero, unas palabras de parte de Damián:

Hace cuatros años atrás que hice mi segundo cortometraje, “Enano Gigante”, como un proyecto de clase en el Recinto de Mayagüez de la UPR, y después de ahí paré –probablemente por pura vaguería.

Para una persona que le encanta crear, la vaguería es tu peor enemigo. Y mira que es fácil dejarse llevar por ella. Ese mismo año, en un vacilón entre amistades, nació la idea de lo que sería mi próximo proyecto. Pero estuvo cuatro años engavetado. ¡Pura vaguería! La motivación es clave y más cuando viene de un ser cercano que cree mucho en ti. Me propuse entonces planificar todo para que se concretara el proyecto en mi último viaje a Puerto Rico durante las pasadas Navidades. Y así fue. Habiéndole dedicado dos semanas a la pre-producción y a apretarle los tornillos al guión, al fin llegó el día en que pude decir: “Corriendo cámara…”. Así nació “Sala de Espera”.

Una vez me topé con esta entrevista de CNN Español a Rita Indiana, en donde decía que no le gustaba nada de lo que la literatura dominicana ofrecía y eso fue suficiente motivación para escribir entonces lo que ella quería leer. Esa simple motivación me movió a mí a hacer lo mismo –a reconocer la mina de oro de historias que es nuestro país y aprovechar la oportunidad de que los medios han ido avanzado lo suficiente para que se pueda producir y exportar al mundo entero a bajo costo. Con tan solo unos “clicks” otras personas fuera de Puerto Rico pueden conocer un poco de nuestra idiosincrasia.

En este cortometraje traté de retratar a un puertorriqueño lo más natural posible. Me interesa que se identifiquen con la situación. Que puedan decir al verlo: “Yo conozco a alguien así” o “Esto lo he vivido”. Espero que lo disfruten.

Y a continuación una sesión de Q&A como el que se daría si estuviéramos presentando el corto en una sala de proyección. ¡Si tienen alguna pregunta adicional que quisieran hacerle a Damián, no dejen de incluirla en los comentarios del post al final!

PRI: ¿Cómo surge la idea para “Sala de Espera”?

Damián Torres: Un día estaba en el Denny’s de Ponce comiendo con unas amistades y estábamos discutiendo ideas para hacer algo en video. Lo que me acuerdo fue que empezamos a vacilar con estas dos doñas en una sala de espera que empiezan a batallar por ver cuál es la más enferma que está. Siempre me ha encantado la comedia negra. No sé si es porque soy una persona muy optimista y tiendo a sacarle algo cómico a situaciones un poco absurdas. La idea se quedó conmigo por mucho tiempo después de ahí hasta que un día bien por la noche empezaron a salir todas estas ideas sobre diálogos entre estas dos doñas y me senté a escribir. Me di cuenta que esta situación puede pasar en cualquier sala de espera en Puerto Rico. Nosotros al parecer tenemos un espíritu competitivo hasta en lo peor. Una persona te cuenta lo jodía que está pero por una extraña razón tú le contestas para atrás con algo más jodido que te pasó o está pasando. Aquí hay algo cómico que explorar.

PRI: Cuéntanos sobre el casting de la película, ya que mucha de la planificación para el corto la hiciste desde Nueva Jersey… ¿Cómo encontraste a tus protagonistas?

DT: Antes de viajar a Puerto Rico para Navidades, llamo a mi querida madre –es maestra de teatro y conoce a mucha gente talentosa– y le pregunto si sabe de dos señoras de mayor edad, pero que lo den todo. Mi madre me dice: “Ya tienes a una, esa voy a ser yo”. Me cogió muy de sorpresa, a la misma vez me hizo sentido. Toda mi vida la he visto dirigir obras de teatro y creo que aprendí mucho de ahí en cuestión de lo actoral, aunque trabajo cómo ingeniero de computadoras. Mi madre me cuenta entonces sobre Myrna Martínez, una compañera de ella que suena perfecta para el papel de Débora. Estando en Puerto Rico, fui a la Guancha en Ponce a encontrarme con Myrna ya que ella iba a estar de maestra de ceremonia en una boda allí ese día. Cuando me encuentro con ella toda despampanante y elegante, me dice: “Ay nene, llega a hasta acá que tu estás más joven que yo”. Esa fue la señal de que era perfecta para el papel.

PRI: La producción fue básicamente hecha en familia. ¿Cómo fue la experiencia de dirigir a tu madre, abuelo, novia, amigos, etc.?

DT: Fue genial. Te cuento por qué. Mi experiencia de trabajar con gente que nunca ha actuado siempre me ha fascinado. Ellos son más arriesgados, como si no tuvieran nada que perder. Muchos lo ven como un reto y tienden a confiar mucho en el director. En este caso, Myrna y mi madre llevan en el campo actoral muchos años y tuve que trabajar mucho con la naturalidad de los personajes –algo en que me quiero asegurar de velar en mis próximos proyectos porque veo un error CRASO en la actuaciones de cine en Puerto Rico. Los directores en Puerto Rico usan actores de teatro y la mayoría de las veces pierden los estribos con ellos y se nota en pantalla. En el cine no se tiene que ser tan expresivo… Bueno, depende del personaje, pero la cámara recoge hasta la mínima expresión. Por otro lado están los acentos extraños que pone el puertorriqueño en cámara. Por una extraña razón se tiende a expresar de manera sofisticada cuando la mayoría en Puerto Rico no habla así a diario. Pero sí, mi familia y amistades me apoyaron mucho y creyeron en el proyecto. Más que todo, se lo disfrutaron y es lo más que me llena.

PRI: ¿Qué fue lo más retante del proceso y qué lecciones te llevas para tu próxima producción?

DT: Básicamente funcionar cómo un one man band. Desde la escritura de guión, pre-producción y post-producción. Lo bueno que esta vez pude reclutar a varias amistades y también a una persona que admiro mucho desde que conozco y fue mi director de fotografía y camarógrafo Alberto Bartolomei. Trabajó con mucha profesionalidad y también fue ese que estuvo encima mío para meterle mano en el set. Para la próxima producción voy a apretar mucho más en la pre-producción y planificación. Quiero pasar un poco más de tiempo en eso para no sufrir tanto en la producción. Aunque ese sufrimiento no es tan malo cuando las cosas empiezan a salir bien. Otra cosa, para el próximo quiero ensayar primero con los actores. Me va ayudar a identificar muchas cosas de ellos que puedo sacarles el jugo e ir más preparado con ellos al set.

PRI: Mencionas que te interesa hacer cine porque no ves las historias de Puerto Rico que te gustarían ver en pantalla. ¿Qué crees que le hace falta al cine puertorriqueño?

DT: Algo que me he dado cuenta de nuestro país es lo preparados que estamos técnicamente. Edición, fotografía, música, cualquier cosa. Ahora, estamos MUY deficientes de HISTORIAS, que es lo primordial. En nuestro país no hay una cultura actual de escritura y por ende, no están saliendo historias sólidas y exportables. Te voy a mencionar un ejemplo que salió el año pasado en Arabia Saudita, un país con un gobierno muy estricto en muchos aspectos y mucho más hacia las mujeres. De allá salió una película llamada Wadjda, dirigida por una mujer, que cuenta una historia bastante sencilla: Una niña quiere comprar una bicicleta en un país donde las mujeres no pueden correr bicicleta por miedo a que pierdan la virginidad. Esta directora tuvo que dirigir dentro de un vagón usando un walkie-talkie para comunicarse con su equipo y actores varones porque en ese país no se le permite a la mujer darle instrucciones al hombre. Aquí es donde digo, NO HAY EXCUSAS para tener una historia decente y genuina. Y más aún cuando tenemos más acceso a los medios.

PRI: Mi primer profesor de escritura me enseñó a “write what you know” y concuerdo. A la semana se evidenció en clase el asunto cuando alguien presentó una ficción sobre un robo de bancos y no sabía como plantear la situación con detalle ya que ni siquiera se había dado el tiempo para reflexionar sobre cómo se daría ese tipo de experiencia y situación. Lo que me hace pensar en “Elite”…

DT: Vemos narrativa por un tubo y siete llaves. Lo que falta es que se escriban cosas genuinas y auténticas. La historia no necesariamente tiene que reflejar algo de Puerto Rico, no es una obligación. Si no que sea algo fresco, algo con lo que la gente se pueda identificar y libre de pretensión. Ya me voy a tomar una pastilla pa’ bajarme la presión. Por último, salgan a la calle, hablen con el don sentado en esa silla, observen a la gente. Hay mucho que capturar y escribir. Y preocúpate ser tú mientras escribes.

PRI: Para terminar, sé que consumes mucho cine… ¿Qué películas y directores te han servido de referencia para el trabajo que quieres hacer con tu cine y cómo?

DT: Visualmente y narrativamente City of God de Fernando Meirelles me ha motivado a crear un cine energético. Las actuaciones y movimientos de cámara en esa película me intrigan mucho siempre que la visito. Mas cómo logra pintar las áreas más cotidianas de donde vive una mayoría en Brasil. Es de mis películas favoritas. Otros directores que me han servido de influencia han sido Alfonso Cuarón, Sebastián Silva, Woody Allen y Richard Linklater. En la fase de guionista, David O. Russell, Aaron Sorkin y Kevin Smith. A mi me encanta la comedia y cuando esta gente crea sus proyectos para mí es tan refrescante como muestran las sensibilidades del ser humano, y el humor que crean es increíble. Aunque Aaron Sorkin no lo considero un escritor de comedia pero su habilidad de crear diálogo es increíble. También es porque ahora estoy bien metido con The West Wing. Ah, y se me olvida, el Chavo del Ocho, para mí la mejor comedia que ha parido Latinoamérica.

PRI: Muchas gracias, Damián, por ofrecernos tu corto para estrenarlo aquí para el disfrute de nuestros lectores. ¡Te deseamos mucho éxito –y esperamos el próximo!

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Alfredo

Empresario, escritor, productor y diseñador radicado en San Juan, Puerto Rico. Fundador y Editor-en-jefe de Puerto Rico Indie. Si tuviese que vivir por el resto de su vida escuchando solamente cinco discos, en estos momentos seleccionaría: "Fabulosos Calavera" de Los Fabulosos Cadillacs, "Girlfriend" de Matthew Sweet, "Marquee Moon" de Television, "Lateralus" de Tool y "Staring At The Sea" de The Cure.

Archivado en: Cine, Cortometrajes, Featured, Puerto Rico Tags: Cortometraje, Damian Torres, puerto rico, Sala De Espera

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